Es inconveniente la decisión de
la Comisión Ética del Senado de protejer el nombre de Álvaro Uribe en el debate que propone el senador Iván
Cepeda alrededor del fenómeno del paramilitarismo, ya que si queremos lograr un efectivo proceso de Paz y Reconciliación, es necesario indagar también la verdad sobre los nexos que supuestamente tuvo el expresidente Uribe
con algunos de los máximos dirigentes del
paramilitarismo. Es necesario dar, sin
censuras, debates como el que sugiere Iván Cepeda.
No podemos olvidar, dejar de lado en la historia del país, por
ejemplo, las declaraciones de Salvatore Mancuso,
quien afirmó para la Revista Semana “que los paramilitares sí
apoyaron la campaña para la reelección de Uribe en el año 2006” (http://www.semana.com/nacion/articulo/salvatore-mancuso-revela-reunio-expresidente-alvaro-uribe/257791-3).
Asímismo, Mancuso afirmó recientemente
para el periódico El Tiempo que Álvaro Uribe
permitió la extradición de algunos exjefes “paras” para así silenciarlos. (http://www.eltiempo.com/politica/justicia/exjefe-paramilitar-salvatore-mancuso-habla-de-uribe-y-el-proceso-de-paz/14464575)
¿Por qué tanto silencio?, ¿por qué tanta censura? Es preciso que el país conozca a fondo la relación entre política y paramilitarismo. No esperamos que se le haga un juicio al expresidente en el Senado, simplemente que se reconozca que el país tiene derecho a conocer la Verdad.
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