domingo, 15 de diciembre de 2013

QUE CADA QUIEN HAGA DE SU CULO UN CANDELERO



    Recientemente, con motivo de la muerte de Nelson Mandela, múltiples figuras públicas han expresado palabras de rechazo a la discriminación que recuerdan la vida de ese gran hombre. Bellas palabras y un merecido homenaje, pero no dejan de ser más que eso, palabras. Pocos de quienes mostraron su admiración por Mandela han hecho algo para disminuir la discriminación y mantener vivo su legado. Aun menos en este, el país del sagrado corazón.


  A principios de este año en el Congreso de la República se vivieron acalorados debates en torno a este tema, centrados en el derecho de las personas del mismo sexo a casarse. Al final los Honorables Parlamentarios nos dejaron en las mismas, que sí, que los homosexuales tienen los mismos derechos, pero que no, que no se pueden casar. Con una amplia victoria ganó el “No” al matrimonio igualitario, pero manteniendo el vacío legal que hay en este punto. La Corte Constitucional decidió dejarlo todo en manos de los jueces y notarios: el congreso no funcionó, que ellos decidan si los gais pueden casarse o no.

  
  Cuando los jueces empezaron a tramitar los primeros matrimonios entre parejas del mismo sexo, apareció un sin número de gente desocupada que no tiene más que hacer sino entrometerse en la cama de otras personas. ¿Por qué tanta joda por eso? ¿En qué les afecta que los gais se casen o no? Salieron con un montón de argumentos, la mayoría sacados de lo más absurdo del catolicismo, y otros pseudocientíficos, todos fácilmente debatibles.

  
  El primero que siempre sacan, por más que se lo refuten, es que Dios creó hombre y mujer, y el matrimonio es una institución de la iglesia que no debe ser corrompida. Para empezar los argumentos religiosos no tienen cabida en un Estado laico de derecho, que es lo que se supone es el Estado colombiano. Además, nadie está pidiendo que su iglesia los case, están pidiendo matrimonio civil para contar con los mismos derechos con los que cuentan las parejas heterosexuales. Luego dicen que el homosexualismo es antinatural, que si hay hombre y mujer es para reproducirse y punto. En este tema no se ha concertado si el homosexualismo es una cuestión biológica o psicológica, porque, aunque hay numerosos estudios que muestran comportamiento homosexual entre los animales y condiciones en el organismo que serian su causa, también es cierto que en nuestro desarrollo no influyen solamente nuestros genes; yo creo que es una relación entre ambos aspectos. No se decide ser homosexual, digo, ¿quién se despierta un día queriendo ser parte de una comunidad que es discriminada y no cuenta con los mismos derechos? Pero más allá de si es una decisión personal o no, ¿en qué nos afecta?, ¿a alguien le están haciendo daño?, si son adultos en completo uso de sus capacidades que desean llevar una vida sexual distinta, ¿cuál es el problema? Que no pueden procrear, responden. ¿Acaso el matrimonio no es por amor? ¿Deberían entonces las personas estériles renunciar a su derecho a casarse?

  
 Continúan con el tema de la adopción, que si los dejan casarse luego podrían adoptar, y los niños crecerán con traumas o serán homosexuales y lo más probable es que sean abusados en su casa. Este ya es por puro gadejo e ignorancia. En Colombia los homosexuales pueden adoptar, no es requisito estar casado para adoptar, se necesita es que una comisión del Bienestar Familiar estudie el caso y decida si se es o no apto para adoptar. Claro, en esta tierra camandulera, le ponen muchas trabas a estas parejas, y son pocas las adopciones que se otorgan a padres homosexuales, pero esto no va a cambiar de un día para otro solo porque estén casados.


  Siguiendo adelante, ¿no es peor el trauma de crecer en los orfanatos o en las calles sin alguien que cuide de uno? Varias investigaciones psicológicas han demostrado que los hijos de personas homosexuales crecen emocionalmente igual que los hijos de personas heterosexuales, y las probabilidades de que sean homosexuales son las mismas que en una familia heterosexual, al fin y al cabo la mayoría de los gais crecieron en familias tradicionales, ¿no? Que los niños tienen derecho a una mamá y un papá, ¿entonces qué hacemos con las viudas, padres solteros, abuelos, hermanos, etc., que están criando niños? Ahora que sean abusados en el hogar, no se ustedes pero la mayoría de casos de abuso que he escuchado han sido por parte de heterosexuales, y si es por eso, entonces quitémosle a las mujeres los hijos  y a los hombres las hijas.

  
  Por último, el que me parece el argumento más poderoso que tienen los atacantes del matrimonio gay, ¿para qué quieren casarse? Estoy de acuerdo, para que amargarse con un matrimonio, pero se trata de que todos tengan el mismo derecho a cagarse la vida si así quieren. 


Por: Jorge Patiño.