Ramón
Cuando de gatos se trata Ramón, es el más especial,
habla chillando, chilla casi cantando. Sus ojos son dos pozos profundos que
invitan al misterio, al encuentro, a la divagación de eternidades que se
enredan por entre sus pupilas. Él, con su cuerpo de gato, y su actitud de
pantera, camina las noches como acariciando los rezagos de un luminoso día, se
acuesta en la cama, respira profundo y en ese pequeño letargo, mira hacía al
más allá, cerrando y abriendo sus ojos, lamiendo la soledad de la oscuridad, por
entre sueños lejanos e inciertos, se va.
Por: Luna