Recientemente,
con motivo de la muerte de Nelson Mandela, múltiples figuras públicas han
expresado palabras de rechazo a la discriminación que recuerdan la vida de ese
gran hombre. Bellas palabras y un merecido homenaje, pero no dejan de ser más
que eso, palabras. Pocos de quienes mostraron su admiración por Mandela han
hecho algo para disminuir la discriminación y mantener vivo su legado. Aun
menos en este, el país del sagrado corazón.
A principios de este año en el
Congreso de la República se vivieron acalorados debates en torno a este tema,
centrados en el derecho de las personas del mismo sexo a casarse. Al final los
Honorables Parlamentarios nos dejaron en las mismas, que sí, que los
homosexuales tienen los mismos derechos, pero que no, que no se pueden casar.
Con una amplia victoria ganó el “No” al matrimonio igualitario, pero
manteniendo el vacío legal que hay en este punto. La Corte Constitucional
decidió dejarlo todo en manos de los jueces y notarios: el congreso no
funcionó, que ellos decidan si los gais pueden casarse o no.
Cuando los jueces empezaron a tramitar los
primeros matrimonios entre parejas del mismo sexo, apareció un sin número de
gente desocupada que no tiene más que hacer sino entrometerse en la cama de
otras personas. ¿Por qué tanta joda por eso? ¿En qué les afecta que los gais se
casen o no? Salieron con un montón de argumentos, la mayoría sacados de lo más
absurdo del catolicismo, y otros pseudocientíficos, todos fácilmente debatibles.
El primero que siempre sacan, por
más que se lo refuten, es que Dios creó hombre y mujer, y el matrimonio es una
institución de la iglesia que no debe ser corrompida. Para empezar los
argumentos religiosos no tienen cabida en un Estado laico de derecho, que es lo
que se supone es el Estado colombiano. Además, nadie está pidiendo que su
iglesia los case, están pidiendo matrimonio civil para contar con los mismos
derechos con los que cuentan las parejas heterosexuales. Luego dicen que el
homosexualismo es antinatural, que si hay hombre y mujer es para reproducirse y
punto. En este tema no se ha concertado si el homosexualismo es una cuestión
biológica o psicológica, porque, aunque hay numerosos estudios que muestran
comportamiento homosexual entre los animales y condiciones en el organismo que
serian su causa, también es cierto que en nuestro desarrollo no influyen
solamente nuestros genes; yo creo que es una relación entre ambos aspectos. No
se decide ser homosexual, digo, ¿quién se despierta un día queriendo ser parte
de una comunidad que es discriminada y no cuenta con los mismos derechos? Pero
más allá de si es una decisión personal o no, ¿en qué nos afecta?, ¿a alguien
le están haciendo daño?, si son adultos en completo uso de sus capacidades que
desean llevar una vida sexual distinta, ¿cuál es el problema? Que no pueden
procrear, responden. ¿Acaso el matrimonio no es por amor? ¿Deberían entonces
las personas estériles renunciar a su derecho a casarse?
Continúan con el tema de la
adopción, que si los dejan casarse luego podrían adoptar, y los niños crecerán
con traumas o serán homosexuales y lo más probable es que sean abusados en su
casa. Este ya es por puro gadejo e ignorancia. En Colombia los homosexuales
pueden adoptar, no es requisito estar casado para adoptar, se necesita es que
una comisión del Bienestar Familiar estudie el caso y decida si se es o no apto
para adoptar. Claro, en esta tierra camandulera, le ponen muchas trabas a estas
parejas, y son pocas las adopciones que se otorgan a padres homosexuales, pero
esto no va a cambiar de un día para otro solo porque estén casados.
Siguiendo adelante, ¿no es peor el trauma
de crecer en los orfanatos o en las calles sin alguien que cuide de uno? Varias
investigaciones psicológicas han demostrado que los hijos de personas
homosexuales crecen emocionalmente igual que los hijos de personas
heterosexuales, y las probabilidades de que sean homosexuales son las mismas
que en una familia heterosexual, al fin y al cabo la mayoría de los gais
crecieron en familias tradicionales, ¿no? Que los niños tienen derecho a una
mamá y un papá, ¿entonces qué hacemos con las viudas, padres solteros, abuelos,
hermanos, etc., que están criando niños? Ahora que sean abusados en el hogar,
no se ustedes pero la mayoría de casos de abuso que he escuchado han sido por
parte de heterosexuales, y si es por eso, entonces quitémosle a las mujeres los
hijos y a los hombres las hijas.
Por último, el que me parece el
argumento más poderoso que tienen los atacantes del matrimonio gay, ¿para qué
quieren casarse? Estoy de acuerdo, para que amargarse con un matrimonio, pero
se trata de que todos tengan el mismo derecho a cagarse la vida si así quieren.
Por: Jorge Patiño.